Pasen y lean. El placer de la lectura es gratuito y vuelvan cuando quieran. ¡Muchas gracias!

Bienvenidos y bienvenidas a mi particular rincón de trastos mentales plasmados en letras unidas unas a otras formando lo que parece una especie de blog o intento de ello.

Espero que disfrutéis por poquito que sea de este pequeño lugar que poco a poco voy amueblando de palabras, recuerdos, experiencias, etc. Ojalá podáis disfrutar tanto como yo, aunque no siempre sea muy agradable el impulso que me hace escribir siendo sincera, de todo lo que podéis encontrar por estos lares.

Dedico un ratejo de mi tiempo, menos de lo que me gustaría a decir verdad, a abrir mi mente y, a veces, aún más mi pseudocorazón.

Dicen que en esta vida se aprende de todo, bueno y malo. He aprendido más malo que bueno o... Quizás sea por mi manera algo pesimista de verla. Por este motivo, doy gracias por las personas que han hecho, hacen y harán que este camino sea menos amargo y más amable.

Lo dicho. Disfrutad cuanto queráis de mi segunda casa y estáis invitadxs a volver cuantas veces os plazca. Si queréis escribir comentarios, adelante.

Un saludo muy grande. Y gracias, siempre!

martes, 24 de mayo de 2016

Oxígeno.


Quizás vaya a contracorriente. Quizás simplemente no vaya a ninguna parte. ¿Quién nos dice hacia dónde debemos ir? ¿Cómo recorrer este camino de curvas peligrosas?

A veces, me pregunto con qué intensidad debo pisar el acelerador. ¿En qué momento debo tirar del freno de mano y parar en seco?

Mi motor está casi gripado. No sé si quiero llegar al taller mecánico o esperar que venga la grúa y me remolque. No sé ni qué quiero.

Dejaré que no me adelante pero que prosiga a su propio ritmo.

Curiosidades.