La escena transcurre en una habitación de una casa de la costa. La gran ventana que comunica la habitación con la fachada de la casa está abierta. Desde ella se ve, el aún oscuro cielo. Es realmente precioso, lleno de estrellas o también como algunos dicen el lugar donde se cumplen los sueños. En la habitación, está una pareja adormilada. Ella, se despierta cuando el chico le roza la cara con su mejilla no afeitada.
Ella sin muchas ganas, pues aún está algo dormida intenta escuchar lo que pretende decirle. Debe de ser importante o quizás no. Aunque al pensarlo mejor, recuerda que para ella todo lo que él dice es importante.
-Sí, dime. Contesta la chica con la voz ronca.
-Quiero que el tiempo se detenga.
-¿Por qué dices eso?
-¿No lo ves?¿No ves lo perfecto que es estar a tu lado? Pide un deseo al mirar las estrellas. Yo, ya lo hice. Creo que sabes que es pero se hará realidad, lo sé.
Ella, entorna los ojos y le besa el cuello. Después, se levanta de la cama y pasea hasta la ventana, donde se sienta a observar las estrellas. Él, consigue volver a dormirse. Mientras tanto, ella le mira y piensa en su deseo, sí. No está segura que habrá pedido él pero y ella, ¿debería pedir un deseo que ya está cumplido? Le resulta tan estúpido que vuelve a la cama, y ahora es ella quien despierta a su chico, sí. Le gusta pronunciar esas palabras.
-No quiero pedir ningún deseo - le dice ella.
-¿No?¿Por qué dices eso?- Su cara muestra desilusión.
-Lo he pensado bien y, tú precisamente eres mi único y valioso deseo. ¿Crees que necesito algo más?