Personas que vienen para quedarse. Personas que están de paso. Personas que nunca llegan.
Lo importante es lo que estas personas nos aportan. Sea bueno o malo, son las huellas que dejan en uno mismo. Son motivo de cambio, de avance. Nunca de retroceso.
Doy gracias por haber conocido instantes de felicidad con nombre y apellidos. Y aún más por los que faltan por ocurrir.