Osea, ¿que yo soy quien tiene que lamerte el culo o qué? Si piensas así, lo único que harás es que me canse de ti y tus gilipolleces...
Sabes qué, nunca me he complicado la vida y mucho menos ahora. Haz lo qué quieras o te parezca mejor, pero atento a las consecuencias. No acepto las disculpas fingidas.